Defectos constructivos

Defectos constructivos: características de nuestro servicio

Los defectos constructivos son problemas detectados en edificios de obra nueva que producen daños materiales al inmueble de manera parcial o total. Lo que no es lo mismo que vicios ocultos, que son defectos constructivos que se detectan en viviendas de segunda mano. Estos defectos se recogen en la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación, que establece las garantías y responsabilidades de los agentes de construcción en España y los plazos de garantía para cada defecto.

Tipos de defectos constructivos:

• Defectos de habitabilidad: son los defectos que reducen las posibilidades de vivir en la vivienda comprada después de la entrega de las llaves, siendo los problemas del sistema eléctrico y las humedades los más frecuentes a la hora de poner una demanda de este tipo.
• Defectos de estructura: aunque no suelen ser muy comunes, si llegan a perjudicar a la estructura del inmueble, puede llegar a poner en peligro la estabilidad de las vigas, los forjados, los muros de carga y los pilares.
• Defectos de acabado: aunque no lo parezca, son de los más habituales que podemos encontrar, sobre todo cuando los plazos de entrega son muy ajustados, lo que obliga a las constructoras a trabajar con prisas en muchos casos. Ejemplos de ellos serían una mala instalación de los azulejos del baño o de la cocina.

Cómo reclamar:

La gravedad de los defectos constructivos puede ser meramente estética o llegar a resultar peligroso para la habitabilidad o estabilidad del inmueble. Es precisamente por este motivo por lo que la legislación española nos proporciona las herramientas específicas para poner una reclamación en caso de que detectemos alguno. Una acción que se apoya principalmente en un sistema de responsabilidades solidarias y en un plazo de garantía adicional.

Las acciones para exigir responsabilidad civil a los agentes implicados en el proyecto de construcción cuentan con un plazo de prescripción, por lo que es de vital importancia que actuemos en cuanto detectemos el daño. Para ello, tenemos que contactar con un experto en Derecho de la Construcción que determine los sujetos responsables, estudie el caso con todo detalle y prepare la demanda.

Con toda la documentación podremos acudir a los tribunales y presentar la demanda. Pero lo más habitual es que incluso antes de interponer la denuncia, se intente negociar una reclamación extrajudicial, lo que muchas veces resulta bastante más beneficioso desde el punto de vista tanto de tiempo como de dinero.

Qué hacer y plazo:

Según el art. 6.5 de la LOE, los plazos para reclamar por defectos constructivos en una vivienda empiezan a contar desde la firma del acta de la recepción de la obra. El tiempo para poner la reclamación varía en función del tipo constructivo:

• Defectos estructurales: el plazo de garantía que establece la Ley de edificaciones es de 10 años desde la recepción de la obra.
• Defectos de habitabilidad: en este caso, el plazo para reclamar es de 3 años desde la recepción de la obra.
• Defectos de acabado de las obras: el plazo para reclamar es de 1 año desde la recepción de la obra.

Una vez detectado el daño, el afectado cuenta con un plazo de 2 años para presentar la demanda. Por ejemplo, si el defecto de habitabilidad aparece 2 años después de haberse emitido el acta de recepción, sería posible interponer la demanda durante los 2 años posteriores. Eso sí, hay que tener en cuenta que si se lleva a cabo una reclamación extrajudicial, el plazo de prescripción queda interrumpido y vuelve a contarse desde el principio, por lo que es recomendable ponerla lo antes posible.